5 cosas imprescindibles que hacer y ver en Escocia

En esa tierra verde, misteriosa y envuelta de una naturaleza abrumadora que es Escocia, los valles, las escarpadas montañas, los lochs, los ríos de agua cristalina y los acantilados de infarto te dejan con la boca abierta. No te lo pienses más, y ¡regálate un viaje de primera! De cara a planificar tu viaje, te presentamos las lista de las diez cosas imprescindibles que ver en Escocia.

1. Explorar las tierras altas

¿Te imaginas conducir un Jaguar clásico por las Highlands? Toda una experiencia viajera.

En Escocia, los Munros, las más de trescientas montañas que superan los mil metros, se alzan majestuosas en el paisaje. Cerca del lugar donde asientan su base entre el caudaloso y extenso río Tay, el más largo de Escocia, se pueden realizar exploraciones sobre 4×4 donde descubrir los remotos paisajes circundantes, buscando vida salvaje y espacios para fotografiar y terminar el día con un picnic sorpresa en una acogedora cabaña en la misma montaña. Y si lo que quieres es exclusividad, puedes alquilar exquisitos coches de época para disfrutar del paisaje desde una atmósfera vintage, lujosa y exclusiva. Pero, de una forma u otra, no puedes dejar de ver los Munros en Escocia.

El peculiar Ptarmigan Restaurant, en lo alto de la montaña Cairngorn, es ua parada obligada.

En el centro de los Highlands, cerca de Aviemore, se encuentra el restaurante más alto de Gran Bretaña, el Ptarmigan Restaurant, en la cima de la Cairngorm Mountain, que organiza interesantes salidas en ciclismo de montaña, además de eventos y comidas a una altura de 1.100 metros sobre el nivel del mar. Después de subir la montaña en funicular se abrazan unas vistas espectaculares. ¡Mejor verlo desde la cabina!

2. Descubrir los misterios de los lochs escoceses

Puente Inverary en el Loch Fyne. En Escocia, no hay un loch sin su propia leyenda.

Los lochs son masas de agua semejantes a lagos, aunque también pueden ser brazos de mar que se extienden tierra adentro. La imponente naturaleza de los paisajes escoceses oculta más de 30.000 loches, aunque en todo el territorio existe solamente un único lago, el Lago de Menteith, con permiso del mítico Lago Ness, y desde el que se pueden hacer todo tipo de actividades acuáticas como piragüismo, coastering, rafting, kayak o water walking balls (esferas acuáticas).

3. Saltar de isla en isla por toda la costa escocesa

El litoral escocés está salpicado por más de setecientas islas, muchas de ellas sin presencia humana.

Los 11.800km de litoral que recorren Escocia dan para mucho, y sus 700 islas esconden las vistas más maravillosas del país. Desde las Orcadas en el norte hasta las Hébridas exteriores y la región de Argyll y sus islas en el oeste, se pueden explorar estas mágicas islas. Aunque, sin duda la que ocupa un lugar de honor es Skye, la “isla de la bruma”, la mayor y más famosa de las Hébridas Interiores. ¡Hay que verlo es  realmente de ensueño!

4. Contar fantasmas en los castillos y enamorarse en sus jardines

El Castillo de Eilean Donan es probablemente el más famoso del país.

Aunque el castillo de Eilean Donan es uno de los lugares más emblemáticos de Escocia, el resto de castillos, rodeados algunos de preciosos jardines siempre han tenido una historia interesante para contar, como la del castillo encantado de Dunrobin, en el norte y con fantasma incluido, Margaret, la hija del conde de Sutherland que se aparece aun a día de hoy en las estancias de los pisos superiores. ¡Qué miedo!

La región meridional del país es también rica en castillos y fortalezas por su pasado bélico, y especialmente en Galloway, donde las bondades climáticas han permitido magníficas obras de jardinería. Los jardines del castillo de Kennedy, el castillo de Caerlaverock, una fortaleza medieval de curioso trazado triangular con foso, o disfrutar de las maravillosas vistas de la ondulada campiña de los Borders que se aprecian desde las murallas restauradas del castillo de Hume son muchas de las maravillas de esta zona del país.

5. Y por supuesto, ¡el mejor whisky del mundo!

Más de cien destilerías fabrican el famoso whisky escocés, el scotch.

El whisky, conocido en gaélico como uisge beatha, que significa agua de vida, tiene el reconocimiento de bebida nacional en Escocia, donde se produce desde tiempos inmemoriales. En todo el país hay más de 100 destilerías, y cada región cuenta con sus propias características específicas, por lo que sería impensable marcharse del país sin probar aunque sólo sea un chupito. Probar un whisky, aunque no seas un gran «fan» de los alcohólicos es algo que no puedes dejar de hacer en tu visita Escocia, la tierra de los whiskys.

En Edimburgo, The Scotch Whisky Experience , dispone de un salón único, comida de excepción y una magnífica ubicación que consta de cinco espacios diferentes entre los que se cuenta una exclusiva sala que alberga la colección privada más grande del mundo de Scotch Whisky. Además, se puede visitar la destilería en grupo, formando parte del proceso de elaboración del preciado elixir, mientras se escuchan historias sobre este mágico arte y se degustan los sabores más preciados. ¡Cheers!