Los 8 barrios judíos más curiosos del mundo

1 diciembre, 2015 - Miguel Á. Palomo

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Son una de las atracciones turísticas más visitadas en multitud de ciudades que, por unas razones o por otras, albergan o albergaron comunidades judías importantes. La segregación de las sociedades antiguas, la persecución a lo largo de los tiempos o la idiosincrasia cultural de dicha comunidad son algunos de los factores que propiciaron la creación de pequeñas ciudades intramuros de grandes metrópolis. Hoy, juderías o guetos, nos llegan conservadas en formol para aprender y entender la historia, su historia, llena de curiosidades.

1. Kazimierz, Cracovia

Aquí Spielberg rodó algunas de las mejores secuencias de La lista de Schindler. También llamado Casimi, antiguamente separado de la ciudad por gruesas murallas, el barrio hunde sus raíces en el año 1215 cuando mediante el IV Concilio de Letrán el Papa Inocencio III ordenó separar la comunidad judía de la cristiana. Se edificaron baños purificadores, sinagogas y un cementerio todavía visitables. La ocupación nazi hizo lógicamente estragos y el barrio quedó prácticamente desalojado pero cuidado, una cosa es el barrio y otra el gueto. Actualmente, además de las visitas históricas dentro de Kazimierz, merece la pena acercarse a su mercado o entrar en cualquiera de sus cafés, bares y restaurantes de comida hebrea.

Kazimierz / Foto: jafsegal

2. Williamsburg, Nueva York

No es solo territorio de hipsters o de fauna inspiradora de la serie Girls, es también el barrio de la comunidad ortodoxa de judaísmo jasídico Satmar. Dos mundos contrapuestos en un mismo Williamsburg dentro, a su vez, de un barrio mucho más grande como es Brooklyn. Hombres ataviados con levitas y sombreros negros, barbas y tirabuzones, mujeres celosas de exhibir su pelo y su piel desnuda. Un interesante choque de contrastes.

Williamsburg / Foto: Gerald Rich

3. Erzsébetváros, Budapest

La relevancia histórica de este distrito XVII situado en la orilla oriental del Danubio, en la zona de Pest, es incuestionable por haber sido uno de los guetos más representativos del Holocausto y por albergar una joya arquitectónica como la sinagoga de Dohány, la segunda más grande del mundo y la más grande de Europa. El conjunto se complementa justo detrás con el Templo de los Héroes, tributo a los caídos en la Primera Guerra Mundial, al que se añadió el monumento “Árbol de la vida” dedicado a los judíos desaparecidos por el nazismo. Cerca también se encuentra el Museo Judío. Como recomendación de ocio están los ruin bars, los mejores garitos de la ciudad.

Erzsébetváros / Foto: Ramón Cutanda

4. Hervás, Cáceres

“En Hervás, judíos los más”. Toda una singularidad rural dentro de la Red de Juderías de España Caminos de Sefarad, un pueblecito que conserva fielmente su barrio en donde unas cincuenta familias judías desarrollaron vida y ocupación desde el siglo XII hasta su expulsión en 1492. Callejas empedradas y casas de madera y adobe son conjunto histórico-artístico, incluida la calle “más estrecha del mundo”, de única dirección.

Hervás / Foto: Victoriano Rivero

5. Balat, Estambul

Uno de los refugios de la comunidad sefardí en el Imperio Otomano y en su capital, este en suelo europeo, Kuzguncuk en suelo asiático. A orillas del Cuerno de Oro, el triángulo formado por el barrio griego (Fener), búlgaro (Fatih) y judío representa no solo una parte de la multiculturalidad de la ciudad sino uno de sus rincones más pintorescos por sus calles empinadas y sus imponentes edificios religiosos.

Balat / Foto: Moyan_Brenn

6. Josefov, Praga

Uno de los más icónicos del mundo ya se ordenó amurallar y convertir en gueto con motivo del primer pogromo en 1096. No fue el único ni el más pavoroso sufrido por una comunidad que no pudo escapar de su destino durante el exterminio nazi, y que ni siquiera pudo valerse del Golem, cuya arcilla se encontraría en la sinagoga Vieja Nueva. Obligadas son las visitas al Museo Judío, a la Sinagoga Española, al cementerio judío más antiguo de Europa y a la casa natal de Franz Kafka.

Josefov

7. Pletzl, París

Desde que se expulsara a la comunidad del casco histórico parisino, su asentamiento tuvo lugar en sucesivas oleadas procedentes también de otras partes del mundo dentro del actual distrito IV hasta conformar la mayor densidad de población judía de Europa. En torno a la emblemática Rue des Rosiers se suceden por calles estrechas sinagogas y restaurantes, boutiques y salones de té, charcuterías y bares gays, tiendas de dulces o rincones a visitar como el Museo de Arte e Historia o la librería de la Sociedad Hebraica Judaica. En Le Marais uno aprende y se divierte.

Pletzl / Foto: Andrea Schaffer

8. La Mellah, Marrakech

Aunque el barrio judío amurallado más antiguo de Marruecos está en Fez, el de Marrakech también es muy antiguo (siglo XVI) e interesante. Contiguo al Palacio Real, al sur de la medina, conserva bien su entramado callejero de edificios altos y coloristas intramuros. La población judía ha menguado mucho pero su patrimonio urbano y arquitectónico permanece, como la Place des Ferblantiers, el mercado cubierto, el zoco de especias, el cementerio y un par de sinagogas casi inadvertidas.

Mellah / Foto: kathrin_mezger

 

Foto cabecera: jikatu

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