15 fotografías que harán que te enamores de París
Puede uno decir sin miedo a equivocarse que París lo tiene todo. Es una ciudad monumental, cultural y artística, comercial, con un gran ambiente callejero, con una amplia oferta gastronómica y una activa vida nocturna, Pero sin duda lo más bello de la capital francesa es que allá donde dirijas las vista encuentras una imagen, una escena, que se grabará a fuego en tu retina. París enamora y estas 15 fotografías apenas son un aperitivo de lo que puedes encontrar en la ciudad de la luz.
1. Besos, besos por todas partes y de todo tipo. En ninguna ciudad del mundo verás más besos de parejas que en París. Ya sea en los Jardines de Luxemburgo (en la imagen), los más bellos de la capital francesa o en un café de Le Marais, los besos son una de sus señas de identidad.
2. La quietud y la magia del Sena. Punto de partida, punto de encuentro, punto de despedidas… Una de las mejores formas de disfrutar de las mejores estampas de la ciudad es apuntarse a uno de los recorridos que hacen los famosos bateaux-mouche, pues disfrutarás de vistas maravillosas tanto de la orilla izquierda como la derecha de la ciudad.
3. Y allí está ella, reina y señora de París. La Catedral de Notre Dame está situada en la pequeña Isla de la Cité y está rodeada por las aguas del Sena. Aunque la vista más popular es la fachada occidental, la principal, te aconsejamos que vivas la experiencia de encontrarte con ella por primera vez acercándote desde el sur y si es en una embarcación, desde las aguas del Sena, mucho mejor. Es algo mágico.
4. El dulce pecado capaz de seducir hasta al menos goloso. Los macarons, de múltiples colores y sabores son una tentación a la que difícilmente podrás escapar. Estos dulces, elaborados con galletas unidas hechas con clara de huevo, almendra molida y azúcar (glas y normal) y una crema o ganache en el medio.
5. Un café con encanto en cada rincón, o una brasserie, o una pastisserie. Ya sea en la zona de Montmartre (como el local de la imagen), o en las cercanías de la zona del canal St. Martin o incluso en el elegante 1º Arrondisement, es fácil encontrar un lugar en el que te apetezca pasar una tarde viendo la gente pasar.
6. ¿Candados del amor? Una imagen que tiene los días contados, pues las autoridades francesas no dejan de estudiar fórmulas para acabar definitivamente con la moda de los candados en el Pont des Arts y el Pont de l’Archevêché, una tradición que consideran peligrosa y poco estética. A ella se han sumado centenares de miles de personas, que han sellado así su amor tirando después la llave al Sena.
7. Cada poro de la piel de París respira arte. Además de poder cenar de fábula a un precio algo más económico que la media parisina, en la Place du Tertre (o plaza de los pintores) te quedarás embobado viendo pintar a todo tipo de artistas, desde los más profesionales a los que están empezando. Pero todos ellos, apasionados, sin duda.
8. Las puestas de sol, siempre desde los lugares más elevados. En lo alto de la colina de Montmartre se encuentra la Basílica del Sacre-Coeur o del Sagrado Corazón. Y es desde allí, precisamente, desde donde podrás disfrutar no sólo de las vistas más embriagadoras de París, sino también de una de las puestas de sol más lindas.
9. Pararse unos minutos a pensar en las maravillas que alberga el Museo del Louvre puede llegar a darte escalofríos. Sabemos que es algo “de manual” visitar el museo más completo del mundo, pero también lo es disfrutar de todos y cada uno de los exteriores de los monumentos parisinos cuando se iluminan por la noche. Son imágenes que también enamoran.
10. Si fue inmortalizado por Toulouse-Lautrec, Renoir, Van Gogh y Picasso es que el Moulin de la Galette es mucho más que un molino. Es historia viva. Y así es como uno se siente cuando pasea por las cercanías de este monumento histórico ubicado en el corazón de Montmartre.
11. Y hablando de artistas… y de arte. ¿Quién se resiste una vez que ya está en París a llevarse una de las famosas láminas del gato negro, del Moulin Rouge o de Aristide Bruant? O para los que prefieren otro tipo de estética también son atractivas las postales artísticas que se venden a orillas del Sena. Enamorarse es, al fin y al cabo, querer conservar de alguna manera un trocito de un lugar.
12. Para los amantes del lujo, he aquí la plaza del Ritz, de Dior, Chanel y Cartier. Es una de las plazas más famosas de París. Se llama Plaza Vendome y está presidida por la famosa columna, copia de la de Trajano en Roma. Es el máximo exponente del lujo y la opulencia de la capital parisina.
13. Bajo la vigilancia de un diablo… Se les llama, muchas veces sin ton ni son, gárgolas, pero lo cierto es que lo que se puede ver a casi 46 metros de altura sobre París, en lo alto de Notre Dame son diablillos, trasgos, demonios, harpías y grifos. Estas estatuas grotescas o quimeras resultan atractivas para los amantes del misterio.
14. ¡Oda a los Campos Elíseos! Quizá a ti te resulte extraño saber que esta foto enamora, pero a otras muchas personas se les hacen los ojos chiribitas cuando pasean por la Rue de Rivoli, los Campos Elíseos, las Galerías Lafayette y Au Printemps o el Boulevard de Montmartre. París también es una ciudad para los enamorados del turismo de compras.
15. Los puentes de París. A lo largo de los 13 kilómetros del tramo del Sena que discurre por la capital francesa hay más de 30 puentes. El Puente de Alejandro III, el Pont Neuf (Puente Nuevo) y el Pont d’Alma son algunos de los más destacados. Aunque también son famosos el Puente de las Artes (por los famosos candados del amor), el Pont Royal o el Puente St. Michel.
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