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Primer punto: ¿cuántos días tienes? Si no son muchos, olvídate de los destinos lejanos que requieran de un viaje muy largo en avión, entre estancia en el aeropuerto y vuelo perderás un tiempo precioso.
Segundo aspecto: el presupuesto. Si no es demasiado elevado, no te conformes con cualquier destino que no te emocione, ya que puedes encontrar muchísimas ofertas de viajes a precios que no te esperas, como las que te ofrecemos en El Viajero Fisgón. Sin embargo, ten en cuenta a la hora de planificar el viaje cuánto dinero vas a tener que llevar para gastos como comida o entradas, además de lo que cueste el viaje en sí.
Tercer punto: el clima. Por más que te apetezca ir a un destino concreto, infórmate antes del tiempo que va a hacer. Un espectacular viaje a la India puede ser todo un infierno si te pilla en época de monzones.
Cuarto aspecto: la estacionalidad. Por lo general, si viajas a un destino en el que es temporada alta, tanto vuelos como hoteles serán más caros. Además, tiene mucho encanto visitar ciertos lugares y poder disfrutar tranquilamente de sus atracciones sin aglomeraciones.
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