Las 5 mejores rutas para hacer senderismo en Madrid

El verano siempre se presta a las actividades al aire libre como el senderismo. En la Comunidad de Madrid, además del paisaje urbano, existen multitud de alternativas para mezclarte con la naturaleza y devorar kilómetros con el único impulso de tus pasos y pasar así un día agradable. La sierra madrileña, tanto Guadarrama como la parte más cercana a Somosierra (el valle del Lozoya por ejemplo) esconde senderos ideales para esta práctica deportiva que además puedes practicar con toda la familia. Te descubrimos cinco de ellas. Y es que la Comunidad de Madrid tiene mucho más que su capital.

1. El camino Schmidt.

Se trata de uno de las rutas senderistas clásicas de la sierra de Madrid. Debe su nombre al montañero austriaco Eduard Schmid que en 1926 lo señalizó. Va desde el municipio de Navacerrada hasta el de Cercedilla y atraviesa el precioso valle de Valsaín en Segovia. Se trata de una ruta de fácil acceso, pues se puede llegar en tren hasta Navacerrada y después a la llegada en Cercedilla también coger el tren para volver a Madrid. Tiene en total 14 kilómetros y la mayoría de ellos son de descenso, circunstancia que la hace por tanto de un nivel de dificultad medio tirando a bajo, ideal para hacerlo en familia.

2. Laguna grande de Peñalara.

La sierra de Guadarrama está llena de atractivos y uno de ellos es el agua de sus ríos y de su circo glaciar, donde destaca la laguna grande de Peñalara. El inicio se sitúa en el puerto de Cotos, en el camino empedrado que pasa por la Casa del Parque. Está señalizado. Desde ahí llegaremos siguiendo el camino hasta el Mirador de la Gitana y el Cobertizo del Depósito, desde donde sale otro camino de escalones que lleva al circo de Peñalara. Una vez allí podemos contemplar la belleza del lugar y tras hacer una parada para descansar, podemos seguir el camino, esta vez a través de pasarelas de madera. Son solo 6 kilómetros de baja dificultad que está indicado para todos los públicos.

3. Los chorros del Manzanares.

Antes hablábamos de la importancia del agua en la sierra de Madrid. Los ríos que la surcan dan toda la vida al entorno. Uno de ellos es el Manzanares. Esta ruta que te proponemos trata de descubrir el origen de este río tan castizo, toda una suerte de cascadas y pozas de una belleza extraordinaria. El camino empieza en Canto Cochino, al que se accede desde la carretera que une Manzanares El Real y Cerceda. Desde allí cruzamos el Manzanares y comenzamos a remontarlo por su margen izquierda (derecha según subimos) hasta llegar a los Chorros. Se trata de una ruta más complicada que las otras dos, en total 18 kilómetros.

4. El embalse del Pradillo.

Seguimos con el agua pero esta vez cambiamos el Manzanares por el Lozoya, el río (dicen) con las aguas de mayor calidad. Se trata de otra ruta bastante fácil, con un desnivel medio de cien metros y solo 11 kilómetros de longitud. El centro de esta ruta es el embalse del Pradillo, que ya no se utiliza y se ha formado una estupenda cascada rodeada de vegetación. El punto de partida de la ruta es además muy fácil de encontrar porque comienza en el área recreativa de la Isla, en el kilómetro 31 de la carretera M-604, en pleno valle del Lozoya. Durante el camino nos encontraremos con el monumento al Guarda Forestal, el Mirador de los Robledos (desde donde podremos contemplar toda la sierra) o la Casa de la Horca.

5. Casa de Campo.

Para los que no quieren subir a la sierra madrileña a hacer senderismo, en plena capital tenemos un auténtico pulmón verde que es la Casa de Campo, donde podemos disfrutar de una estupenda jornada senderista. Entre las diferentes rutas vamos a destacar una de 13 kilómetros. La distancia es su principal dificultad pero lo que es la ruta en sí misma y su desnivel es fácil. El camino comienza en la Puerta del Zarzón, pero sin salir de la Casa de Campo, desde donde parte un sendero a la derecha y que asciende en paralelo a la Tapia, que va a quedar a partir de ahora por la izquierda. A este camino se le conoce con el nombre de Camino de Húmera, y tras una breve subida entre pinos, cipreses y algunos ejemplares de encinas, se alcanza la fuente de Rodajos desde donde sigue el camino, que además está perfectamente detallado de manera oficial en la página web de la propia Comunidad de Madrid.

 
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