Santa Eulalia del Río. Chloe Blanchfield (Flickr)
Ibiza no es sólo sinónimo de fiesta y diversión. De entrada, Ibiza también es sinónimo de belleza natural y de calas espectaculares que hacen de la isla un auténtico paraíso cercano y una de las joyas más brillantes de la geografía de España. Por si fuera poco, Ibiza también destaca por el encanto de sus pueblos en los que, cómo no, también domina el color blanco. Todos ellos tienen algo que los hace atractivos. Estos son 5 de esos pueblos de Ibiza con encanto:
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Santa Eulalia del Río es uno de nuestros lugares favoritos de Ibiza por su tranquilidad, sus vistas,el encanto de sus calles y su paseo marítimo y puerto deportivo. Santa Eulalia del Río tiene además algo que no posee ningún otro lugar de las Islas Baleares y que lleva grabado en su nombre: un río. Si tienes la oportunidad de viajar a Ibiza y buscas un plan tranquilo, Santa Eulalia del Río es un lugar idóneo para encontrarlo.
Es Cubells es uno de los pueblos más pequeños de Ibiza, pero su corta extensión es más que suficiente para destacar. Su peculiar enclave, al borde un acantilado, convierte a Es Cubells en un privilegiado mirador con impresionantes vistas. Su iglesia, núcleo del pueblo, fue inaugurada en 1864 gracias al tesón del beato carmelita Francesc Palau, al que está dedicado el monumento.
Sant Miquel de Balasant, en el municipio de Sant Joan de Labritja, destaca por su bonita iglesia blanca construida sobre una colina que se diferencia del resto de iglesias de la isla por su forma de cruz. Junto a ella se encuentra la estatua dedicada al escritor Marià Villangómez, una de las figuras más importantes de la cultura ibicenca.
Santa Gertrudis (de Fruitera) es un pueblo del interior de Ibiza de pequeñas casas blancas que tiene su centro en su iglesia encalada construida a finales del siglo XVIII. Sus calles, en las que se combinan los bares y restaurantes con las tiendas de artesanía y antigüedades, desprenden un aire de tranquilidad que invita, como toda Ibiza, a disfrutar del momento.
También el pequeño pueblo de Sant Carles de Peralta está presidido por una iglesia encalada de finales del siglo XVIII. Un buen número de intelectuales eligieron como su lugar de residencia en los años 50 Sant Carles de Peralta, que aún mantiene vivo ese espíritu cultural y artístico. Cerca de Sant Carles de Peralta encontrarás impresionantes calas como Cala Llenya o Cala Mastella.
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