6 lugares de España que han emergido por la sequía

Los estragos de la sequía son cada vez más visibles en una piel de toro ya demasiado reseca. España es el país europeo con mayor cantidad de agua embalsada. Bajo las aguas han dormido el sueño de los justos unas quinientas poblaciones, así como una porción de patrimonio histórico y artístico que parecía ser cosa del olvido. Pero no llueve, el nivel del agua baja y el perfil fantasmagórico de estos lugares emergen como chivatos clamorosos de una sequía inclemente. He aquí algunos lugares de España que han emergido por la sequía.

1. Mansilla de la Sierra, La Rioja

Las aguas del pantano cubrían este pueblo de piedra desde 1959. Hoy las ruinas afloran en su totalidad y esa imagen del todo pintoresca hace que se haya convertido el lugar en un destino turístico inédito.

2. Portomarín, Lugo

Parecido es el caso de este otro pueblo que se vio anegado por el embalse de Belesar, hoy reducido a la mínima expresión. Una población que llegó a acumular entre su rico patrimonio arquitectónico incluso varias iglesias románicas declaradas Conjunto Histórico Artístico. Una población que nunca fue un erial precisamente, antes de que Galicia encendiera las alarmas hídricas. De nuevo, el turismo parece ser la primera salida para revitalizar este enclave asombroso.

3. Puente Ariza, Jaén

El embalse de Giribaile se tragó en 1998 este puente del siglo XVI que fue hito de la arquitectura civil, obra de Andrés de Vandelvira. Debido a su gran valor se quiso trasladar piedra a piedra, pero la crisis y el escaso consenso político paralizó la operación de salvamento. La sequía hizo el trabajo sucio al volver a dejarlo al aire.

4. Real Sitio de la Isabela, Cuenca

Aquí Fernando VII quiso fijar un conjunto palaciego balneario en el que poder tratar sus dolencias. Viviendas, calles, fuentes, paseos, huertos y un puente sobre el río Giuadiela conformaban este destino salutífero que fue finalmente abandonado a mediados del siglo XX para que el embalse de Buendía lo cubriera. Hasta ahora.

5. Villanueva del Río, Palencia

Otro puente, en este caso gótico, reapareció de las pretéritas profundidades toda vez que el embalse de Aguilar de Campoo dejó paso a la tierra baldía. Al mismo tiempo emergieron las ruinas de la iglesia de Cenera de Zalima, un ejemplo del románico palentino que cincuenta años después vuelve a lucir algunos de sus capiteles de piedra embellecidos con decoración vegetal.

6. La catedral de los peces, Cantabria

Como en la mayoría de estos testimonios, la construcción de un pantano se tragó a mediados del pasado siglo parte de la historia del lugar. El pantano del Ebro sumergió en 1946 la iglesia de San Roque, en Villanueva de las Rozas. La sequía actual es tan severa que ahí despunta la torre de este templo conocido popularmente como la “catedral de los peces”. Se llega ella a través de una pasarela de madera y una vez dentro se puede incluso subir al campanario.