Descubre Cudillero, el pueblo de Asturias que parece una postal, con sus casas de colores, ambiente marinero y...
Si alguna vez has soñado con perderte en un rincón pintoresco de la costa asturiana, Cudillero es el destino perfecto para ti. Este pequeño pueblo marinero, enclavado en la ladera de una montaña y asomándose al Cantábrico, ha sabido mantener su esencia auténtica y cautiva a cualquiera que lo visita con su belleza de postal. Pasear por sus calles es como adentrarse en una pintura, donde cada detalle está cuidado y el ambiente marinero se respira en cada esquina.
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Cudillero está construido en terrazas, con casas de colores que parecen colgarse unas sobre otras mirando al puerto. Esta peculiar disposición convierte al pueblo en un auténtico anfiteatro natural frente al mar, lo que lo hace único en Asturias y en toda España. Sus calles estrechas, empinadas y llenas de vida invitan a perderse y descubrir rincones llenos de encanto.
Sin duda, el epicentro de la vida en Cudillero es la Plaza de la Marina. Aquí se concentran las terrazas de bares y restaurantes donde probar los deliciosos pescados y mariscos de la zona. Sentarse a tomar algo en la plaza mientras se contempla el ir y venir de los pescadores es una de las experiencias más auténticas que puedes vivir en Asturias. No olvides probar el pixín (rape) o la merluza del pincho, dos manjares típicos de este enclave costero.
Para apreciar la belleza de Cudillero en todo su esplendor, nada como acercarse a alguno de sus miradores. El más famoso es el Mirador de la Garita-Atalaya, desde donde se obtiene una panorámica espectacular del caserío y el puerto. Otros miradores recomendables son el de Cimadevilla y el de El Pico, ambos perfectos para sacar fotos que parecen sacadas de una postal.
Cudillero tiene una larga tradición marinera, y eso se refleja en su arquitectura y en sus costumbres. El pueblo cuenta con sus propias fiestas, como la popular «La Semana Santa Pixueta» y la «Fiesta de San Pedro», donde las calles se llenan de color, música y alegría. Además, el dialecto propio del lugar, el pixueto, sigue vivo entre los vecinos más mayores, lo que añade un toque de autenticidad a la visita.
No puedes irte de Cudillero sin degustar su exquisita gastronomía. Los productos del mar son los protagonistas indiscutibles, con platos como la caldereta de pescado, el bonito a la plancha o la sopa de marisco. También es muy típico el pastel de cabracho y, por supuesto, acompañar la comida con una buena sidra asturiana. Muchos restaurantes ofrecen menús del día con pescado fresco, lo que te permitirá disfrutar de la cocina local sin gastar demasiado.
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Visitar Cudillero es una experiencia que va más allá de contemplar un bonito paisaje. Es disfrutar del ambiente marinero, de la amabilidad de su gente, de una gastronomía deliciosa y de la autenticidad de un pueblo que ha sabido conservar su esencia a pesar del paso del tiempo. Si buscas un destino diferente en Asturias, Cudillero te enamorará desde el primer momento y te dejará recuerdos imborrables de tu paso por el norte de España.
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