Esta ciudad española implementará taxis voladores sin conductor para pasajeros

Madrid ha decidido mirar al cielo y apostar por una nueva forma de desplazamiento. El alcalde José Luis Martínez-Almeida ha presentado el ambicioso plan del Ayuntamiento para regular el uso de aeronaves sin piloto en la ciudad. El objetivo es claro: que dentro de una década los madrileños puedan moverse en taxis voladores, una auténtica revolución en la movilidad urbana.

Ya hay fecha en el calendario

El plan presentado por Almeida en el primer Foro de Movilidad Aérea Urbana traza una hoja de ruta muy concreta. Para 2028, Madrid espera tener aprobada su primera Ordenanza de Movilidad Aérea. Esta normativa será el marco legal que permitirá el uso de drones en el espacio público más allá de las aplicaciones profesionales actuales.

Pero el verdadero salto está previsto para 2035. Si todo va según lo previsto, ese será el año en que los drones de pasajeros, conocidos como eVTOL (vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical), empiecen a transportar personas por la capital de España. Hablamos de un Madrid donde los taxis voladores serán una realidad cotidiana.

Ya hay drones en los cielos de Madrid

Lejos de ser una fantasía futurista, el uso de drones en la ciudad ya es una realidad. Actualmente, la Policía Municipal utiliza drones para labores de vigilancia y control del tráfico. También han sido clave en emergencias, como el reciente derrumbe junto a la Plaza Mayor, y en el transporte urgente de medicinas entre hospitales.

Estas experiencias pioneras han servido para demostrar la utilidad de estas aeronaves y para sentar las bases de lo que está por venir. El siguiente paso es dar el salto del uso profesional a la movilidad urbana de pasajeros.

El Libro Blanco: la hoja de ruta para volar en Madrid

En el acto celebrado en Cibeles, el alcalde presentó el primer Libro Blanco de Movilidad Aérea Urbana, un documento que recoge todas las intenciones y recomendaciones para implantar, de manera progresiva, la movilidad aérea en la ciudad. Este libro es el resultado del trabajo de más de 80 expertos de instituciones públicas y privadas, reunidos desde 2023 por iniciativa del Ayuntamiento.

El documento marca como objetivo establecer las bases de una normativa que garantice un despliegue seguro, eficiente y ordenado de los vehículos aéreos no tripulados en Madrid. Se abordan desde los usos iniciales (como reparto sanitario y logístico) hasta la creación de vertipuertos urbanos, que serán los puntos de despegue y aterrizaje de los taxis voladores.

¿Cómo serían los taxis voladores en Madrid?

La idea de subirte a una pequeña aeronave y cruzar la ciudad por el aire parece de película, pero los avances tecnológicos están muy cerca de hacerlo posible. Los eVTOL prometen ser más sostenibles que los vehículos convencionales, gracias a su propulsión eléctrica y a la reducción de emisiones contaminantes.

Estos taxis voladores podrían transportar a varias personas por trayecto y conectar puntos estratégicos de Madrid, como aeropuertos, grandes estaciones o centros empresariales. Para ello será imprescindible contar con una infraestructura de vertipuertos repartidos por la ciudad, lo que supondrá también un desafío urbanístico.

Ventajas y retos de la movilidad aérea urbana

Entre los principales beneficios que se esperan de este salto al cielo están la reducción de atascos, un transporte más rápido para los desplazamientos urbanos y una menor huella ambiental. Además, Madrid quiere posicionarse como referente europeo en innovación tecnológica y movilidad sostenible.

Sin embargo, el plan también plantea retos importantes. Habrá que garantizar la seguridad tanto de los pasajeros como de los peatones, gestionar el tráfico aéreo en coordinación con el aeropuerto y minimizar el impacto acústico. Por eso, la futura ordenanza será clave para establecer protocolos y límites claros.

Participación y consenso: la clave del futuro

El desarrollo del Libro Blanco y del plan de movilidad aérea no ha sido cosa de unos pocos. Más de 80 profesionales de todos los ámbitos, desde ingenieros a urbanistas, han colaborado para analizar los desafíos técnicos, legales y sociales que implica este cambio. El objetivo es que la ordenanza que se apruebe en 2028 cuente con un amplio consenso y sirva de ejemplo para otras ciudades españolas y europeas.

El propio alcalde ha insistido en que la movilidad aérea debe ser segura, eficiente y sostenible. Para ello, Madrid se apoyará en la experiencia de otros países que ya están probando taxis voladores y buscará siempre el equilibrio entre innovación y protección ciudadana.

Próximos pasos y lo que nos espera

Durante la presentación, Almeida proyectó un vídeo en el que se resumían los avances logrados hasta ahora y se lanzaba un mensaje claro: “Madrid quiere volar”. Es un lema que refleja la ambición de la ciudad por estar a la vanguardia de la movilidad urbana en Europa.

En los próximos años veremos cómo se desarrollan los primeros vertipuertos, los avances en normativa y las pruebas piloto de los vehículos aéreos no tripulados. El Ayuntamiento seguirá colaborando con expertos y ciudadanos para que, en 2035, los madrileños puedan elegir si ir a su destino en metro, en taxi tradicional o en un taxi volador.

De momento, Madrid ya ha dado el primer paso para convertir en realidad lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción. Ahora solo queda esperar y soñar con ese día en que mirar al cielo signifique ver pasar los primeros taxis voladores de la ciudad.
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