Descubre Giethoorn, el pueblo holandés de cuento donde las calles son canales.
Imagina un lugar donde las calles han sido reemplazadas por canales de agua y donde el sonido de los coches es sustituido por el suave chapoteo de las barcas. Así es Giethoorn, un pequeño pueblo en los Países Bajos que parece sacado de un cuento de hadas. Ubicado en la provincia de Overijssel, este rincón único se ha ganado el apodo de la ‘Venecia del Norte’, y no es para menos. Aquí, la vida transcurre al ritmo pausado de las góndolas y los puentes de madera, ofreciendo una experiencia inolvidable tanto para los viajeros como para los propios habitantes.
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Giethoorn se encuentra en el noreste de los Países Bajos, a unos 120 kilómetros de Ámsterdam. Para llegar a este encantador pueblo, la mejor opción es tomar un tren hasta la ciudad de Steenwijk y, desde allí, un autobús local que te dejará a pocos pasos del centro de Giethoorn. Si prefieres alquilar un coche, el trayecto desde Ámsterdam te llevará aproximadamente una hora y media, atravesando paisajes típicos holandeses llenos de campos verdes y molinos de viento.
Uno de los mayores atractivos de Giethoorn es su tranquilidad. Aquí, los coches están prácticamente prohibidos en el casco antiguo, lo que convierte a los canales en las principales vías de comunicación. Los habitantes se desplazan en pequeñas barcas llamadas ‘punters’, que se manejan con una vara o con motor eléctrico. Pasear por Giethoorn es disfrutar de una paz difícil de encontrar en otros destinos turísticos.
La mejor forma de conocer Giethoorn es, sin duda, a bordo de una barca. Puedes alquilar una punter y recorrer los canales a tu ritmo, pasando bajo más de 170 puentes de madera que conectan las diferentes casas y jardines. Muchas de estas viviendas, con techos de paja y fachadas llenas de flores, parecen sacadas de una postal. Si lo prefieres, también hay excursiones organizadas con guía, perfectas para conocer la historia y las curiosidades del pueblo.
Aunque Giethoorn es pequeño, ofrece una amplia variedad de actividades para todos los gustos:
Giethoorn es un destino precioso durante todo el año, pero cada estación ofrece un encanto especial. En primavera y verano, los jardines florecen y el ambiente es muy animado. El otoño pinta los canales de tonos cálidos y en invierno, si hay suerte, los canales pueden llegar a congelarse, permitiendo patinar sobre ellos. Eso sí, la temporada alta suele ser de abril a septiembre, así que si quieres evitar aglomeraciones, lo mejor es planificar tu viaje en los meses menos concurridos.
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Si decides visitar Giethoorn, ten en cuenta algunos consejos para aprovechar al máximo la experiencia:
La magia de Giethoorn reside en su atmósfera única y su modo de vida pausado. Pasear en barca, cruzar puentes de madera y disfrutar de un entorno natural inigualable convierten a este pueblo holandés en un destino perfecto para quienes buscan desconectar del bullicio y vivir una experiencia auténtica. Ya sea para una escapada romántica, un viaje en familia o una aventura fotográfica, Giethoorn no deja indiferente a nadie.
En definitiva, visitar Giethoorn es descubrir un lugar donde el tiempo parece detenerse y donde el agua es la auténtica protagonista. Si buscas un destino original y lleno de encanto, este pueblo de canales te enamorará a primera vista. No lo dudes, prepara tu viaje y déjate sorprender por uno de los rincones más bonitos de Holanda.
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