El Gran Gatsby
A partir del 15 de diciembre se abre la veda. Cenas de empresa, con amigos, reuniones familiares…Son muchos los eventos a los que hay que enfrentarse y en la mayoría de los casos no falta esa tía que quiere saber a toda costa quién es la chica con la que te vio el mes pasado hablando en el autobús, esa prima soltera con la que apenas tienes relación pero que se empeña en salir contigo y tus amigos en Fin de Año o esos discursos de tu madre en los que cuenta cosas de ti que desconoces (porque son mentira) con el único objetivo de elevarte por encima del mismísimo Dios ante toda tu familia.
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Ante la avalancha de acontecimientos que te esperan, te recomendamos tomarte la Navidad con la mejor de las sonrisas, al fin y al cabo, el 99% de la gente ha pasado alguna vez en su vida por estas 7 situaciones por las que probablemente vas a pasar tú esta Noche Vieja.
1. Hacer deporte como si no hubiese un mañana
Queda un día para una de la noches más importantes y duras del año. Y decimos duras porque casi con total seguridad tu estómago, tu hígado y tus pies (ya sea por los taconazos que te has comprado o por los más de cien pisotones que te van a dar) se van a ver seriamente afectados. Es justo en este momento en el que eres consciente de todo lo que te ha dicho tu madre que ha preparado para cenar, y como no podía ser de otro modo, tu sentimiento de culpa sale a pasear. Llevas dos semanas sin ir al gimnasio y eso hay que remediarlo.
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2. Madrugones que duelen, y mucho
Es Nochevieja, ayer fuiste a las preuvas (lógicamente se te complicó el asunto) y aún queda mucho que preparar para la noche. ¡Al menos es el último madrugón del año!
3. Compras de última hora
Queda media hora para salir del trabajo y ya estás pensando en la siesta que te vas a echar hoy, pero de repente suena el móvil: tu madre. Ha llamado tu tía preguntando por esa tarta que hizo tu madre hace dos años y que este año no pensaba hacer. Tu madre, que no quiere quedar mal decide ponerse manos a la obra pero le hace falta mermelada. Es ahí donde entras tú. De camino a casa tienes que pasar por Mercadona a comprar la mermelada, y ya que estás, compra también papel del baño, comida para el perro, un par de botellas de vino y polvorones, que quedan pocos.
4. Una y me voy
Tras tu ansiada siesta recibes una llamada de tus amigos: estamos tomando algo, vente. Te mentalizas de que solo vas a estar 20 minutos porque tienes que ayudar a tu madre, ducharte, cambiarte de ropa y practicar la sonrisa que te va a acompañar durante toda la noche. ¡Qué iluso eres!
5. El reencuentro
Lo que iban a ser 20 minutos se han convertido en tres horas de una cerveza tras otra. Corres por la calle camino a casa mientras rezas para que aún no haya llegado tu familia (la que te va a caer). Demasiado tarde, tu abuela ya ha cazado a tu hermano y te está esperando. Llegas tarde, borracho y hace dos semanas que no la llamas. ¡Prepárate!
6. Representación gráfica de la frase «voy a explotar»
Piensas que este año tu madre ha batido récord. Langostinos, almejas, patés, quesos, croquetas, huevos revueltos, sopa, cordero, tarta, flan, y para acabar, un sorbete al cava. Y ahora, a ver quién es la lista que se atreve a ponerse ese conjunto ajustado que lleva semanas en tu armario esperando a este gran día. ¡Suerte!
7. ¡Qué empiece la fiesta!
Enhorabuena, has superado la cena de Nochevieja en familia. Ahora empieza lo bueno. ¡Feliz año Nuevo!
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Reuniones familiares que duran dos días,compartir disfrutar comer beber charlar bailar y esa euforia de acabar un año más sumando y sin restar esa es mi familia y este año tenemos una resobrina más y siguen con nosotros tíos y mis papas,así que desde Casa Los Esperones os deseo
Feliz Navidad
Adriana