Playa de Gijón (Hernán Piñera-Flickr)
¿Cansado de pasar las noches en vela por el calor? ¿Sueñas con un verano fresco, con una mantita por la noche? No es tan difícil. En muchos destinos europeos necesitarás llevar abrigo en verano y te olvidará del sudor durante un par de semanas. Aquí tienes ocho sugerencias.
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En San Petersburgo durante las famosas noches blancas, o sea en las semanas antes y después del solsticio de verano, el sol casi nunca se pone. Una luz rosada inunda las calles de la bella urbe imperial. Eso sí, puede hacer fresquito e incluso frío, con lo cual habrá que armarse de abrigo y, si vas un poco más al norte, incluso de un gorro y una bufanda.
Noruega tiene el mayor número de fiordos del mundo, sobre todo en la región oeste. Es un destino estupendo para un viaje en verano. Entre finales de junio y principios de agosto, se registran los días más calurosos, largos y despejados, cuando brilla el sol de medianoche. Las temperaturas en los meses de julio y agosto pueden alcanzar incluso de 25 a 30 grados. Pero un abrigo, por si acaso, nunca está de más.
El clima en Irlanda es bastante desastroso si lo que más te gusta es un día soleado de verano. Además de mucha lluvia, lo que realmente resulta desquiciante son los constantes cambios climáticos que sufre la isla en un solo día. Si planeas una visita a esas tierras, prepara un chubasquero y, por lo menos, un par de jerseys.
Asturias patria querida también requiere una preparación térmica porque en verano las temperaturas pueden bajar hasta los 10º en los Picos de Europa. Para este año, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que las temperaturas alcancen valores algo superiores a la media de otros veranos. Tampoco se esperan más precipitaciones que lo habitual. O sea, traducido significa: va a llover como siempre por lo que necesitarás abrigo en verano.
Gales posee un clima oceánico, con temperaturas estivales de 15º a 18º. Por lo tanto, si piensas visitar el Castillo de Conwy o el Parque Nacional Snowdonia, no puedes dejar de llevarte una buena chupa.
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Monte Saint-Michel, Carnac, Douarnenez, Dinan, Saint-Malo y Cancale son algunos de los lugares más destacados de esta región del norte de Francia. Aunque las temperaturas han subido en la última década, la influencia de la marea y la posición de Bretaña respecto al frente polar hacen que el tiempo cambie con muchísima rapidez. Mejor llevar siempre un jersey y un impermeable cortavientos en la mochila.
Este país recibe la constante influencia de las corrientes atlánticas. Por lo tanto, los veranos en estas tierras apenas son templados, la humedad es alta y las nieblas son frecuentes. Aunque la temperatura media en verano roza los 21 grados, suele llover bastante y por las noche, refresca.
Si tu plan es conocer la aurora boreal, prepara una maleta de invierno porque verano, lo que se dice verano, en el Círculo Polar Ártico no hace. Guantes, pantalones térmicos y un bueno abrigo te hará falta, sin duda.
Si este verano quieres escapar del calor sofocante, estos ocho destinos te ofrecen un respiro fresco e incluso frío. Desde la mágica luz de San Petersburgo hasta los paisajes verdes de Irlanda o los fiordos noruegos, en todos ellos tendrás que llevar abrigo en verano
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