Qué ver en Cáceres y alrededores en 4 días

Cáceres es una de esas joyas del oeste peninsular que sorprende a cada paso. Su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, enamora por su ambiente medieval y su autenticidad, pero además la provincia esconde paisajes, pueblos y rincones llenos de historia. Si tienes cuatro días para explorar Cáceres y sus alrededores, prepárate para un viaje repleto de cultura, naturaleza y buena gastronomía.

Día 1: Descubriendo el corazón de Cáceres

Lo ideal es comenzar el viaje en la ciudad de Cáceres. Su casco antiguo es, sin duda, uno de los mejor conservados de Europa. Pasear por sus calles empedradas es sentirte parte de una película de época, entre palacios, iglesias y plazas con siglos de historia.

• Plaza Mayor: El punto de partida perfecto. Rodeada de soportales y con la emblemática Torre de Bujaco presidiendo, es el lugar donde siempre hay ambiente y donde se respira el pulso de la ciudad.
• Barrio Monumental: Accede por el Arco de la Estrella y piérdete entre las callejuelas. Aquí te encontrarás con la Concatedral de Santa María, el Palacio de Carvajal, la Casa del Sol y la Plaza de San Jorge, entre otros muchos tesoros.
• Aljibe árabe: Oculto en el subsuelo del Palacio de las Veletas, es uno de los mejor conservados de la península.
• Murallas y torres: No dejes de rodear las murallas y buscar las mejores vistas, especialmente al atardecer.

Si tienes tiempo, te recomendamos visitar alguno de los museos, como el Museo de Cáceres, para profundizar en la historia local. Y, cómo no, disfrutar de la gastronomía en las terrazas de la Plaza Mayor o en alguna taberna con encanto del centro.

Día 2: Trujillo, cuna de conquistadores

A tan solo 45 minutos en coche de Cáceres se encuentra Trujillo, uno de los pueblos más bonitos de España y tierra natal de Francisco Pizarro. Su plaza mayor es de esas que se quedan grabadas en la memoria, rodeada de palacios y presidida por la estatua ecuestre del conquistador.

• Castillo de Trujillo: Situado en lo alto, ofrece unas vistas espectaculares del entorno y del propio pueblo.
• Palacios y casas señoriales: La Plaza Mayor y las calles aledañas están llenas de edificios históricos, muchos convertidos hoy en hoteles o museos.
• Iglesia de Santa María la Mayor: Destaca por sus vistas y su excelente estado de conservación.

Trujillo es ideal para pasear sin prisas, disfrutar de su ambiente y, si coincide tu visita con la Feria Nacional del Queso, darte un homenaje gastronómico. No te vayas sin probar sus famosas migas o algún plato de cordero.

Día 3: Parque Nacional de Monfragüe y Plasencia

El tercer día te proponemos naturaleza y patrimonio. El Parque Nacional de Monfragüe es uno de los enclaves naturales más importantes de Extremadura y un paraíso para los amantes de la ornitología.

• Castillo de Monfragüe: Sube hasta la fortaleza para disfrutar de una panorámica impresionante del parque.
• Salto del Gitano: Principal mirador donde se pueden observar buitres leonados y otras rapaces.
• Rutas de senderismo: Hay varios recorridos señalizados para descubrir la flora y fauna de la zona.

Tras la visita a Monfragüe, acércate a Plasencia, una ciudad con encanto y mucha vida. Su Plaza Mayor, la Catedral Nueva y la Catedral Vieja, así como las murallas y el acueducto, son paradas imprescindibles. Aprovecha para cenar en el centro y saborear productos locales como el pimentón de La Vera o la torta del Casar.

Día 4: Pueblos con encanto y paisajes naturales

La provincia de Cáceres está llena de pequeños pueblos y comarcas que merecen una visita. Para este cuarto día, te recomendamos elegir una de las siguientes rutas, según tus intereses:

• La Vera: Famosa por su microclima, sus gargantas de agua y pueblos como Cuacos de Yuste, donde se encuentra el Monasterio de Yuste, última morada de Carlos V.
• Valle del Jerte: Si viajas en primavera, podrás disfrutar de la floración de los cerezos, un espectáculo único. Pueblos como Cabezuela del Valle o Jerte son ideales para perderse.
• Sierra de Gata: Más desconocida, pero igual de encantadora. No te pierdas Robledillo de Gata, un pueblo de arquitectura tradicional y mucho encanto.

En cualquiera de estas rutas podrás disfrutar de la naturaleza, hacer senderismo y probar productos típicos: embutidos, quesos, miel y dulces tradicionales. Un broche perfecto para tu escapada por tierras cacereñas.

Después de cuatro días recorriendo Cáceres y sus alrededores, seguro que te marchas con la sensación de haber descubierto una tierra auténtica, con historia, paisajes de película y un ambiente acogedor. Cáceres es de esos destinos que siempre invitan a volver para seguir explorando sus rincones secretos.
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