Descubre qué ver en la Región del Loira en 4 días: castillos, pueblos con encanto y rutas recomendadas para disfrutar...
La Región del Loira es uno de esos destinos en Francia que enamoran a quien la visita. Sus castillos, pueblos con encanto, paisajes de viñedos y una gastronomía que conquista, convierten este rincón en una escapada perfecta. Si tienes cuatro días para explorar el Valle del Loira, aquí tienes una ruta detallada con los imprescindibles para aprovechar al máximo tu viaje.
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Comenzar la ruta por la Región del Loira en Tours es ideal, ya que esta ciudad es el corazón de la zona. Puedes pasear por el casco histórico, conocido como Le Vieux Tours, donde destacan las casas de entramado de madera y la animada Place Plumereau, ideal para tomar algo en una terraza. No te pierdas la Catedral de San Gatien, una joya del gótico francés, y el precioso Jardín Botánico.
Si te gustan los museos, el Museo de Bellas Artes de Tours alberga una colección interesante de pintura y escultura. Además, puedes dedicar la tarde a visitar alguno de los castillos cercanos, como el Castillo de Villandry, famoso por sus jardines geométricos, o el romántico Castillo de Azay-le-Rideau, que parece flotar sobre las aguas del río Indre.
El segundo día lo puedes dedicar a recorrer algunos de los castillos más famosos del Valle del Loira. Sin duda, el Castillo de Chenonceau es una visita imprescindible. Su silueta sobre el río Cher es una de las imágenes más icónicas de la región. Recorre sus salones, las galerías sobre el agua y los jardines.
Después, acércate al Castillo de Amboise, una fortaleza real con unas vistas espectaculares sobre el Loira. Aquí vivió Leonardo da Vinci sus últimos años, y puedes visitar su tumba en la capilla del castillo. Si tienes tiempo, no dejes de entrar en el Clos Lucé, la residencia donde el genio italiano pasó sus últimos días, hoy convertida en museo interactivo sobre sus inventos.
Para finalizar el día, puedes pasear por el encantador pueblo de Amboise, disfrutando de su ambiente y su gastronomía local.
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El tercer día te lleva hacia el oeste, hasta la ciudad de Saumur. Aquí destaca el Castillo de Saumur, que se alza sobre el río y ofrece unas vistas inmejorables. Esta ciudad es conocida también por sus vinos espumosos, así que aprovecha para visitar alguna bodega local y probarlos.
Cerca de Saumur puedes descubrir uno de los lugares más singulares de la zona: la Abadía de Fontevraud, uno de los conjuntos monásticos más grandes de Europa y lugar de sepultura de varios miembros de la familia Plantagenet. Sus salas históricas y su ambiente tranquilo la convierten en una visita única.
De vuelta hacia el Loira, puedes hacer una parada en Candes-Saint-Martin y Montsoreau, dos de los pueblos más bonitos de Francia, situados justo donde el río Vienne se une al Loira. Sus casas de piedra blanca y sus calles empedradas te transportarán al pasado.
Para el último día, te propongo explorar la zona de Blois, otra de las ciudades históricas del valle. El Castillo de Blois es un compendio de estilos arquitectónicos, con espectaculares salas y balcones. Pasea por el centro histórico y disfruta del ambiente de la ciudad.
Desde aquí puedes dirigirte al Castillo de Chambord, el más grande y espectacular de todo el Loira, rodeado por un inmenso parque natural. Su escalinata doble, atribuida a Da Vinci, y su silueta con torres y chimeneas te dejarán sin palabras.
Si tienes tiempo, haz una última parada en el Castillo de Cheverny, conocido por su elegancia y sus interiores conservados con mucho mimo. Además, este castillo sirvió de inspiración para el Castillo de Moulinsart de Tintín.
Para recorrer la Región del Loira con libertad, lo mejor es alquilar un coche, ya que muchos castillos y pueblos no están bien comunicados en transporte público. La mejor época para viajar es en primavera u otoño, cuando el clima es agradable y hay menos turistas.
No dejes de probar la gastronomía local: quesos como el Sainte-Maure, vinos de la región (tintos, blancos y rosados) y platos tradicionales como el rillettes o el tarte Tatin. Si eres amante del ciclismo, también puedes recorrer parte del valle siguiendo la Loire à Vélo, una de las rutas ciclistas más famosas de Europa.
El Valle del Loira ofrece una combinación perfecta de historia, naturaleza y buena vida. Cuatro días aquí se pasan volando, pero son suficientes para enamorarte de sus paisajes, castillos y pequeños secretos. Seguro que te quedas con ganas de volver y seguir descubriendo este rincón de Francia.
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