Las albóndigas suecas o Köttbullar (lilteralmente «bollos de carne») se sirven tradicionalmente bañadas con salsa de carne, papas hervidas o en puré, o con salsa agridulce de arándanos rojos.
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Se dice que este plato surgió en 1709, cuando el Rey Carlos XII de Suecia fue derrotado en la Batalla de Poltova y, producto de eso, tuvo que buscar refugio en el Impero Otomano, de dónde regresó más tarde con ciertas tradiciones del lugar, como lo eran als albóndigas. Y así, poco a poco, fueron introduciéndose en la mesa sueca con un estilo propio.
¿Sabías que se dice que hay tantas variantes de Köttbullar como abuelas hay en Suecia? ¡Prueba alguna de ellas y cuéntanos qué tal!
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