Setenil de las Bodegas: El pueblo gaditano construido bajo las rocas

En la provincia de Cádiz, entre los paisajes de la Sierra de Cádiz, se esconde un lugar único que sorprende a todo el que lo visita: Setenil de las Bodegas. Este pequeño municipio andaluz no es solo famoso por su encanto rural, sino también por su peculiaridad arquitectónica. Y es que buena parte de sus casas, bares y tiendas están literalmente excavados y construidos bajo enormes formaciones rocosas, creando un entorno de cuento que no deja indiferente a nadie.

Un pueblo diferente: casas bajo la roca

Setenil de las Bodegas no es un pueblo cualquiera. Su mayor singularidad radica en la forma en la que sus habitantes han aprovechado la roca natural para construir sus viviendas. Al pasear por sus calles más emblemáticas, como la Calle Cuevas del Sol o la Calle Cuevas de la Sombra, se puede observar cómo las casas parecen fusionarse con las piedras, formando un paisaje urbano único en el mundo.

Estas construcciones, conocidas como «casas cueva», aprovechan la roca como techo y parte de sus paredes, lo que proporciona un aislamiento natural tanto del calor como del frío. Esta tradición arquitectónica se remonta a siglos atrás, cuando los primeros pobladores de la zona supieron adaptarse al entorno con ingenio y creatividad.

Historia de Setenil de las Bodegas

La historia de Setenil está muy ligada a su situación estratégica y a su peculiar orografía. El municipio fue habitado desde la época romana, pero su nombre proviene de la época de la Reconquista. Se dice que los Reyes Católicos necesitaron siete asedios (de ahí «Septem Nihil», siete veces nada) para conquistar la fortaleza que se alzaba sobre el peñón. Más tarde, la adición «de las Bodegas» hace referencia a la proliferación de bodegas y viñedos en la zona durante la época moderna.

Hoy, el legado histórico se puede ver en sus antiguas murallas, la Torre del Homenaje y la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, que presiden el casco antiguo del pueblo.

Lugares imprescindibles que ver en Setenil de las Bodegas

Recorrer Setenil es dejarse sorprender por cada rincón. Entre los lugares más destacados que no puedes perderte, están:

• Calle Cuevas del Sol: La imagen más icónica del pueblo. Aquí, la roca se extiende sobre la calle y las terrazas de los bares, creando un ambiente único para disfrutar de una tapa.
• Calle Cuevas de la Sombra: En esta calle, la roca cubre casi por completo la vía, sumergiendo al visitante en una penumbra fresca incluso en pleno verano.
• Mirador del Carmen: Desde este punto se obtienen algunas de las mejores vistas panorámicas de Setenil y su entorno natural.
• Ermita de San Sebastián: Un pequeño y encantador templo que merece una visita.
• Castillo de Setenil: Aunque solo quedan restos, su Torre del Homenaje permite imaginar la importancia defensiva del enclave.

Gastronomía local: sabores con tradición

La visita a Setenil de las Bodegas no estaría completa sin probar su gastronomía. La cocina local es sencilla pero sabrosa, basada en productos de la tierra y recetas tradicionales. Entre los platos más típicos se encuentran las sopas cortijeras, el chorizo al vino, las migas y la carne de cerdo ibérico, además de los dulces caseros como los amarguillos o las tortas de aceite.

Muchos de los bares y restaurantes se encuentran en las propias casas cueva, lo que convierte cualquier comida en una experiencia muy especial.

Cómo llegar y dónde aparcar

Setenil de las Bodegas se encuentra a unos 20 kilómetros de Ronda y a poco más de una hora en coche desde ciudades como Málaga o Cádiz. La mejor forma de llegar es en coche, ya que el transporte público es limitado. Al ser un pueblo con calles estrechas y empinadas, es recomendable dejar el coche en alguno de los aparcamientos habilitados en la entrada del pueblo y recorrerlo a pie.

Consejos para visitar Setenil de las Bodegas

Si tienes pensado visitar este pintoresco pueblo gaditano, te recomendamos:

• Visitarlo entre semana o a primera hora para evitar las horas punta y poder pasear tranquilamente.
• Llevar calzado cómodo, ya que las calles son empedradas y hay algunas cuestas.
• No olvides la cámara de fotos: cada rincón es digno de postal.
• Probar las tapas en las terrazas de las cuevas, especialmente en la calle Cuevas del Sol.

Más allá del turismo: la vida en Setenil

Setenil de las Bodegas no es solo un destino turístico; es un lugar donde la vida diaria sigue su curso entre cuevas y rocas. Sus habitantes mantienen vivas las costumbres, y la hospitalidad es una de sus señas de identidad. El ambiente relajado, el trato cercano y la tranquilidad hacen que muchos visitantes quieran volver una y otra vez.

En definitiva, Setenil de las Bodegas es uno de esos pueblos blancos de Cádiz que sorprende por su arquitectura, su historia y su gastronomía. Un destino perfecto para una escapada rural, descubrir la autenticidad andaluza y dejarse llevar por la magia de un entorno natural y urbano absolutamente único.
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