Un estadounidense compra este pueblo en España para convertirlo en destino turístico

Hay lugares que parecen condenados a quedar en el olvido, pero de vez en cuando surge una historia capaz de darles una segunda oportunidad. Así es como Salto de Castro, un pequeño pueblo zamorano situado justo en la frontera con Portugal, ha pasado de ser un destino fantasma a convertirse en el centro de todas las miradas. ¿La razón? Un estadounidense se ha hecho con sus llaves y su futuro promete ser de todo menos aburrido.

De pueblo industrial a pueblo abandonado

Salto de Castro fue levantado en 1946 por Iberduero, lo que hoy conocemos como Iberdrola, para alojar a los trabajadores de la presa de Castro y a sus familias. Durante años, la vida transcurría entre las 44 viviendas, la escuela, la iglesia, el bar y hasta un cuartel de la Guardia Civil. Pero en 1989, tras la marcha de los últimos vecinos y el traslado del cuartel, el lugar quedó completamente vacío. Desde entonces, el paso del tiempo y el abandono han hecho mella en sus calles y edificios, convirtiéndolo en un escenario casi de película.

Un intento fallido y un pueblo en venta

Pero la historia no acaba aquí. En los años 2000, una familia se animó a comprar el pueblo a través de Idealista, con la esperanza de darle un nuevo uso turístico. La crisis de 2008 frenó ese sueño, y Salto de Castro volvió a quedar en silencio. Hasta que apareció Jason Lee Beckwith, un californiano que ha decidido escribir un capítulo completamente distinto para este rincón de Zamora.

El nuevo dueño: de California a Zamora

Jason Lee Beckwith se enamoró de la zona y no dudó en invertir 310.000 euros para hacerse con el pueblo entero. Su visión, según ha contado a El País, está clara: nada de convertir Salto de Castro en una réplica de California. El estadounidense, que ya vive en Zamora capital junto a su mujer, quiere mudarse al pueblo y formar parte de la comunidad local.

Un proyecto turístico ambicioso (y algo polémico)

La idea de Lee es transformar el pueblo en un complejo turístico y residencial abierto a todo el mundo. El plan inicial incluye rehabilitar el edificio principal para alojamientos y restaurante, crear un centro de bienvenida, montar una piscina y preparar zonas de barbacoa y picnic. Además, la iglesia podría convertirse en un espacio para eventos. Su objetivo es ofrecer diferentes opciones, desde alojamientos turísticos hasta alquileres de larga duración, para que nadie se quede fuera por cuestiones de presupuesto. Él mismo afirma que cada rincón será accesible y disfrutable para todos.

¿Cuánto costará devolver la vida a Salto de Castro?

La rehabilitación no será precisamente barata. Lee calcula que necesitará entre cuatro y siete millones de dólares para poner en marcha todo el proyecto. Para ello, busca apoyo de inversores internacionales, subvenciones españolas y europeas, y, por supuesto, la implicación de la comunidad local. Si todo va según lo previsto, espera instalarse en el pueblo a finales de 2025.

Entre la ilusión y la polémica

Como era de esperar, la iniciativa no ha dejado indiferente a nadie. El alcalde de Fonfría y varios antiguos vecinos ven en la propuesta una oportunidad para revitalizar la zona y recuperar la vida rural perdida. Sin embargo, no todo el mundo lo ve con los mismos ojos: los ecologistas han mostrado su preocupación por el posible impacto sobre el Parque Natural de Arribes del Duero, un espacio protegido y de gran valor natural, reconocido por la UNESCO y parte de la Red Natura 2000.

¿Qué nos deparará Salto de Castro?

Quizás lo más intrigante sea ver cómo se resuelve este pulso entre conservación y desarrollo. ¿Se convertirá Salto de Castro en un referente de turismo rural, capaz de atraer visitantes y nuevas familias sin perder su esencia? ¿O acabará siendo uno más de esos proyectos ambiciosos que no logran cuajar? La respuesta aún está por llegar, pero lo que es seguro es que el pueblo ya ha despertado el interés de media España, y quizá pronto el de medio mundo.

Si alguna vez has soñado con pasear por las calles de un pueblo abandonado, Salto de Castro puede que pronto te dé esa oportunidad. Eso sí, prepárate para descubrir una mezcla de historia, misterio y promesas de futuro que no dejarán indiferente a nadie.
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