Lugares para visitar en Islas Cook : Qué ver, Qué hacer

Las Islas Cook, uno de los destinos más hermosos del mundo, son el lugar ideal para aquellos que anhelan alejarse de las rutas turísticas más convencionales. ¡Compruébalo!

Arrecifes de coral que cierran las aguas turquesas de los Mares del Sur en grandes lagunas naturales en las que nadar y bucear entre peces tropicales, tortugas marinas y rojos corales: eso son las Islas Cook, un conjunto de quince islas diseminado entre Tonga y Tahití donde la vida es otra cosa distinta a la que nos habían contado… Resorts del lujo más refinado y playas casi utópicas que, de bellas, parece que se van a desintegrar en cuanto nos demos la vuelta y que se encuentran, sobre todo, en sus dos islas principales, Rarotonga -rodeada de playas de arena blanca con un increíble arrecife de coral- y la isla de Aitutaki, el gran icono del país, con una espectacular laguna que es considerada con justicia entre las más bellas del mundo.

Las Islas Cook es un archipiélago en el corazón del océano Pacífico, entre el oeste del Reino de Tonga y el este de Tahití, formado por quince islas que poseen espectaculares paisajes en los que no faltan playas de arena fina, arrecifes de coral, frondosas laderas volcánicas… Los arrecifes de coral que circundan los atolones de las Islas Cook cierran las aguas en grandes piscinas naturales, llenas de peces tropicales, tortugas marinas y rojos corales. Bastan unas gafas de buceo para volar sobre el azul, pero si lo que realmente apetece es sumergirse por completo entre mil tonalidades de turquesa, Rarotonga dispone de varios centros de buceo que ofrecen inmersiones para todos los niveles. El bone fishing, por otro lado, es una experiencia que, si se prueba, no se olvidará jamás.

Es injusto distinguir a una como la mejor playa de las islas Cook, pero de todas ellas, destaca la de Muri Beach, en la isla de Rataronga. Protegida por un arrecife de coral, montañosa y rodeada de playas de arena blanca, es elegida por viajeros de todo el mundo en busca de una escapada romántica: la tranquilidad e intimidad que se respira, la amabilidad legendaria de los polinesios, las aguas cristalinas a 26º… Además, las parejas más aventureras pueden practicar windsurf, buceo o snorkel en la fantástica laguna a la que se asoma la playa.

Pero no solo del mar se puede disfrutar hasta el infinito en las islas. En su interior, donde reina una naturaleza rotunda, se puede realizar senderismo mientras se descubren plantas medicinales o recorriendo sus sinuosos contornos en mountain bike, caballo, 4×4 o quad. Además, en la densa selva tropical que cubre el interior de la isla de Atiu, se encuentra Anatakitaki, una impresionante cueva que alberga claras piscinas de agua fresca. Y es que la espeleología es otra importante actividad de las islas. Y es que la naturaleza es uno de los mayores atractivos de las islas Cook: el avistamiento de ballenas y aves atrae a miles de viajeros, que se asombran ante el paso anual de las ballenas jorobadas, que tiene lugar entre junio y octubre, o el paraíso ornitológico que es la isla de Atiu.

Existen alojamientos para todos los gustos y los bolsillos, desde hostales en la capital para una inmersión total en la cultura local hasta hoteles boutiques para disfrutar de momentos de relax y resorts de lujo que se encuentran entre los mejores del mundo, como el Pacific Resort Aitutaki , un hotel de lujo de solo 27 suites de lujo situadas frente al mar, villas, bungalows premiums y ultimate bungalows, todos situados a pocos pasos del Océano Pacífico, y que es un auténtico trozo de paraíso en la Tierra

No hay que olvidar traerse de vuelta a la rutina un trocito de paraíso en forma de talla de madera, una de las tradiciones más artísticas de la isla, como lo demuestran las numerosas tallas de Tangaroa, dios del mar que se alza como símbolo de estas islas, o con un tivaevae, patchwork hecho a mano con hermosos diseños, o con el recuerdo por excelencia: las perlas negras, legendarias. ¡Buen viaje! 
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