dormir en nevera (fuente: iStock)
Dormir bien es fundamental para nuestra salud. De hecho, cuando nuestro sueño no discurre con normalidad, padecemos alteraciones del estado de ánimo. Principalmente nos volvemos más irritables, somos incapaces de concentrarnos correctamente y nuestro rendimiento laboral se ve diminuido. Si no tienes aire acondicionado en casa, no te desesperes. Existe pequeños trucos que te ayudarán a protegerte del calor y dormir mejor.
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El consumo de líquidos nos permitirá descender la temperatura corporal. Por lo tanto, conviene ingerir una media de 1,5 litros de agua al día. Al mismo tiempo, las cenas deben ser ligeras, evitando las grasas a toda costa. Los platos demasiado especiados y los productos lácteos favorecen la segregación de serotonina. Mejor elegir ensaladas o sopas frías como el gazpacho y el salmorejo. Finalmente, es aconsejable evitar acostarse hasta pasadas unas dos horas después de cenar.
Para generar una sensación de frescor, puedes colocar toallas húmedas al lado de la cama, e incluso humedecer ligeramente las sábanas o tu camisa de noche antes de acostarte.
Uno de los métodos más eficaces para mejorar la sensación térmica es emplear ventiladores nebulizadores o de agua, ya que la evaporación genera frescor en la habitación. Otro método alternativo consiste en la colocación de un recipiente con hielo delante del ventilador.
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Nuestros dormitorios cada vez están más llenos de aparatos tecnológicos: teléfonos, ordenadores, tabletas, televisores y altavoces. Todos ellos producen calor, más aún si se dejan cargando durante la noche. Se calcula que pueden llegar a aumentar hasta dos grados la temperatura ambiente. Ya sabes: antes de dormir, apaga todo.
La actividad física conlleva un aumento de la temperatura interna, por lo que debes evitar practicar ejercicio tres o cuatro horas antes de irte a dormir.
Las bebidas alcohólicas son los peores enemigos para el sueño cuando el calor aprieta. Aunque parece que el tinto de verano y la cerveza nos refrescan más que el agua, es sin duda una falsa sensación y puede llegar a provocarnos un golpe de calor. El alcohol es una sustancia excitante que dilata los vasos sanguíneos de la piel.
Usa calcetines fríos. Toma un par de calcetines de algodón, lávalos en agua fría, escurre hasta que estén húmedos y póntelos. Enfriar tus pies reduce la temperatura general de tu piel y del cuerpo.
Duerme en una posición de águila-abierta. De esta manera, el calor no se acumula alrededor de tus extremidades.
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Yo me pongo una toalla pequeña que esta mojada con agua fría y me la pongo en las costillas y pecho y puedo dormir y me mogo el pelo con agua fría .