Para el caloret, báñate en gazpacho. La sopa fría española por excelencia, para muchos la mejor del mundo, es representante de la cocina más humilde de nuestros lares pero, como suele pasar, también tiene sus secretos. Andaluz o manchego, con o sin tomate –sí, también está permitido-, con o sin pan, a tope de guarnición o mondo y lirondo, pero siempre obligado a ser refrescante, el gazpacho merece ser rastreado hasta dar con sus fórmulas más sabrosas y atrevidas. Más allá de las casas de cada cual, estos son sus escondites destacados…
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Tipismo castizo del bueno, en el Madrid más chulapo, en una taberna en la que no faltan las tortillitas de camarones, las ortigas de mar, el bienmesabe, el salmorejo y, cómo no, el gazpacho andaluz de toda la vida que, además, se sirve en vaso de tubo. ¡Fetén!
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Tapeo tradicional con un punto de sofisticación en el Barrio de San Lorenzo, para zampar croquetas caseras, navajas a la plancha y gazchacho andalú a base de tomates ecológicos de su propia huerta.
Un gazpacho de tres soles Repsol y dos estrellas Michelin. Las que el chef Toño Pérez atesora para su comedor en este magnífico hotel Relais & Chateaux, referente gastronómico y con una de las bodegas más alucinantes de España. La receta de su gazpacho extremeño es con gamba blanca, pulpa de tomate y gelee de pepino.
4. La Gazpachería Andaluza, Madrid y Sevilla
Negocio pionero en el envasado del gazpacho con locales en Madrid y Sevilla, supone un plan perfecto para el mejor take away en diferentes formatos: 0.37 litros, 0.50 litros, 1 litro y 5 litros. No hay excusa para no presentar a tu mesa el gazpacho de tus sueños. Andaluz, faltaría más.
Gazpacho de aceite de oliva extra, como está mandado. El elixir dorado procede de su propia almazara Oleo Viana y, en Sierra Mágina, este clasicazo elabora un gazpacho imprescindible.
En uno de los comedores con más personalidad de la capital, con su propuesta de temporada y comfort food de categoría, Abraham García tiene más de un gazpacho. De autor, claro. De todos ellos, quedaros con el de tomate raf y pan crujiente de Cerdeña y el de fresas con arenques del Báltico.
Gazpacho rojo de tomate versus gazpacho blanco de piñones con manzana y pasas (además del típico salmorejo de la tierra), a elegir en esta hospedería de la Judería cordobesa que aporta 40 años de sabiduría en los fogones.
Hacemos hueco al gazpacho manchego, un universo paralelo del gazpacho que tiene en Yecla y en este restaurante familiar, con Juani y Mercedes Palau al frente, uno de sus focos a tener en cuenta. Que si carne de caza, que si caracoles, que si espinacas, que si torta de harina… Lo dicho, nada que ver con el típico gazpacho andaluz.
En la ruta del gazpacho por los madriles es una parada curiosa, ni más ni menos que en La Moraleja, pero es que hay que destacar la propuesta de platos clásicos del tándem Miguel Arias y Joaquín Felipe. De su mirada mediterránea nos gusta su gazpacho fresco.
Más de esencia, difícil. La fundación de la casa se remonta al año 1670, por lo que hablamos de una institución del buen yantar en manos de la familia De Rueda casi desde siempre. Entre los platos y guisos caseros nunca falta un vaso de uno de los gazpachos más tradicionales de esta lista. Tomates de primerísima calidad, además.
*Foto cabecera: hfng
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